Por Ezequiel López Peralta
Psicólogo – Sexólogo Clínico
Más allá de que los latinos en general veneramos la penetración como principal fuente de placer, debemos reconocer que hay otros recursos que quizás son hasta más interesantes y excitantes como el sexo oral (al menos al decir de muchas mujeres).
Me refiero en particular al sexo oral dirigido a ellas como lo que se denomina técnicamente con la palabra derivada del latín cunnilingus. Aunque lo bueno es que más allá del término, la práctica del sexo oral no tiene lenguaje, aunque sí requiera de una lengua inquieta y pícara.
Pero primero que nada hay algo que quiero expresar. No hay una fórmula universal para que, haciendo uso de los recursos orales, llevemos a una mujer a la estratósfera. Porque el sexo oral es un arte, y como cualquier expresión artística requiere de altas dosis de exploración, capacidad de sorpresa, comunicación no verbal y –por sobre todas las cosas- creatividad.
Y en este punto es importante señalar que, para ser creativos, necesitamos rudimentos o conocimientos básicos para que podamos innovar y combinar. Así que en este artículo voy a dar unas herramientas prácticas para que, basándonos en ellas, utilicemos la capacidad creativa y así seamos verdaderos expertos en sexo oral.
Algunos puntos importantes
- En general el sexo oral no se practica iniciando el encuentro íntimo. Como sabemos, su majestad el clítoris es uno de los focos principales del sexo oral. Pero resulta que este órgano es tan sensible, en particular en el glande, que si ella no está excitada, dispuesta y con ganas de recibir ese estímulo en ese momento entonces va a sentir dolor, molestia, irritación. Entonces primera recomendación, no apurarnos, vamos paso a paso. Conquistemos su mente, despertemos sus fantasías, y se abrirá su cuerpo erótico para el placer mutuo.
- Exploremos diferentes tipos de estímulos. Una vez que estemos en situación oral, se trata de diversificar las formas de estimulación y prestar mucha atención a sus reacciones como gestos, gemidos, tensiones musculares, que podrían ser el semáforo en verde que nos indica que vamos por buen camino. Utilicemos solo la punta de la lengua, luego la lengua completa. Probemos con movimientos suaves, intermedios, rápidos. Ahora apoyemos la lengua sobre el capuchón del clítoris, rocemos el glande, pasemos la lengua por los costados, y después la introducimos en la vagina como si fuera un pene. No dejemos de usar las manos para acariciarla o apretar con fuerza sus nalgas o sus piernas, o -más suavemente- sus senos. Miremos a los ojos, diciendo cuánto nos gusta estar allí casi a sus pies.
- Incorporemos complementos. Por ejemplo aceites y cremas saborizadas para sexo oral, o también productos que producen calor, frío, picor… y son comestibles. Aplicando suaves vibraciones en la vagina o pulsos de aire sobre el clítoris con los nuevos juguetes, vamos a llevar la “previa” a otro nivel.
- No parar de repente. Cuando percibimos que ella está a punto de llegar a su tan deseado orgasmo, ese momento en el cual tenemos la tentación de dejar de besarla para penetrarla de inmediato… no detenerse, para no interrumpir su proceso.
Ahora sí, llegó el momento más excitante. Luego de la clase teórica, se viene la práctica.
Es fundamental que nos tomemos el tiempo, asumiendo que no lo sabemos todo en el sexo y dejándonos sorprender por sus reacciones, disfrutando del viaje por sus zonas íntimas… y así vamos a conseguir que nuestra boca sea nuestra principal aliada para el placer en pareja.
Algunas preguntas de sexo oral
- ¿Qué es lo que debemos evitar al hacerle sexo oral a una mujer?
- ¿En qué zona erógena se suele enfocar el sexo oral en la mujer?
- ¿Qué complementos podemos usar para hacer del sexo oral algo más excitante?