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Efectos del alcohol sobre la sexualidad

Alcohol y sexo

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Por Ezequiel López Peralta

Psicólogo – Sexólogo Clínico

Sabemos que, en nuestra cultura, el consumo “social” de alcohol y los encuentros sexuales van frecuentemente muy de la mano porque se cree que el alcohol y sexo es una gran combinación. En la descripción lo que harían la mayoría de las parejas de un encuentro íntimo “ideal”, un buen vino, champagne, licor o coctel seguramente formarían parte de la escena: alcohol y sexo

Algunas bebidas alcohólicas como las que mencionaba dejan un sabor especial en la boca y además producen ciertas desinhibiciones que allanan el camino hacia un encuentro apasionado. 

Pero saliendo de esta escena erótica en la que el alcohol tan solo juega un rol secundario y existe control sobre su consumo, nos encontramos en la mayoría de los casos con su uso irracional y compulsivo. Muchos hombres encuentran en el alcohol y sexo el instrumento para superar barreras que tienen que ver con la timidez y diferentes temores, por ejemplo a la hora de acercarse a una mujer deseada. 

Cuando se trata de quitarse de encima pensamientos sexuales negativos, miedos de rendimiento sexual, tabúes o sentimientos de culpa, se suele recurrir al alcohol como recurso “terapéutico” sin tener en cuenta que luego se cae en una dependencia que podría ser severa. 

Conocemos también, respecto al alcohol y sexo que, hay casos de hombres que hacen uso de las bebidas alcohólicas para mejorar su performance sexual en lo referente al retraso de la eyaculación, lo que obviamente no constituye una solución y puede desembocar además en una disfunción eréctil. De hecho tenemos muchos pacientes que llevan años bebiendo en exceso, cada vez que tienen sus relaciones sexuales, generando una dependencia que luego no pueden resolver por sí mismos.

Ya lo dijo Shakespeare: “El alcohol aumenta el deseo pero inhibe el acto”. Claro, tiene sentido ya que el alcohol produce una inhibición de los reflejos, como es el caso de la erección y la eyaculación. Entonces quizás sentimos que tomar un poco nos ayuda a evitar sobrepensar, a quitarnos de la mente los pensamientos intrusivos, pero cuando nos pasamos del límite entonces ocurre un episodio frustrante. Y no me refiero solo a perder una erección, sino también a hacer o decir cosas de las cuales luego vamos a arrepentirnos.    

Queda claro entonces que el alcohol y sexo evanta ciertas barreras relacionadas con el pensamiento consciente -que a veces nos critica con dureza- pero debemos considerar que también es a corto o mediano plazo un poderoso inhibidor de la respuesta sexual. Por lo tanto, lo que empieza como una búsqueda de liberación, termina con la inhibición de la sexualidad, situación que a su vez genera más frustraciones, evitación de los encuentros y con las consiguientes repercusiones sobre la autoestima. 

Finalmente, consideremos que el abuso crónico de alcohol puede producir daños metabólicos, hepáticos, renales y cerebrales (entre otros) irreversibles, que además de ser perjudiciales en el desempeño sexual lo son sobre la salud en general. 

Teniendo la posibilidad de ayuda psicológica para manejar nuestras creencias limitantes y pensamientos negativos, y de ayuda médica para mejorar nuestra salud sexual y su rendimiento…

¿Para qué seguir arriesgando nuestro cuerpo y nuestras relaciones con soluciones que son equivalentes a dispararnos en el pie?

Algunas preguntas:

  1. ¿Por qué los hombres suelen hacer uso del alcohol para mantener relaciones sexuales?
  2. ¿Cuál sería el límite entre el uso y el abuso de alcohol en relación con los encuentros sexuales?
  3. ¿Qué efectos negativos sobre el rendimiento sexual tiene el consumo de alcohol?

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